Factores que afectan al gasto energético del deportista
- padresbusiness/Antonio Menacho
- 7 dic 2018
- 2 Min. de lectura

¿Quieres saber cuánta energía gastas a lo largo del día? En este artículo te explicamos los tipos de componentes del gasto energético de un atleta.
Para definir el balance energético de un atleta es necesario medir directamente o estimar la energía aportada por la dieta, la energía almacenada y la energía gastada. A continuación hacemos una breve revisión de los factores que afectan al gasto energético.
Los componentes del gasto energético diario total se dividen generalmente en tres categorías:
Gasto o Tasa metabólica basal (TMB)
Efecto térmico de los alimentos (Termogénesis)
Efecto de la actividad física
Otros factores
1. Gasto o Tasa metabólica basal (TMB)

La tasa metabólica basal (TMB) es la energía necesaria para mantener los sistemas corporales en funcionamiento y regular la temperatura corporal en reposo. Este gasto representa aproximadamente entre el 60% y el 80% del gasto energético diario total en la mayoría de personas adultas sanas. Sin embargo, en un deportista este porcentaje varía enormemente. Muchos atletas consumen fácilmente entre 1000 y 2000 kcal al día en actividades deportivas.
Por ejemplo en deportistas de resistencia este porcentaje puede llegar incluso por debajo del 20% del gasto energético total.
2. Efecto térmico de los alimentos (Termogénesis)


El efecto térmico de los alimentos, a veces denominado termogénesis inducida por la dieta, es el incremento del gasto energético que se produce por el consumo de alimentos durante el día. Este gasto incluye el coste energético de la digestión, absorción, transporte, metabolismo y almacenamiento de los alimentos en el cuerpo. Generalmente representa entre el 6% y 10% de gasto energético total.
No obstante, este gasto varía dependiendo de el contenido energético de la comida o la cantidad de alimentos ingeridos durante el día, el tipo de alimentos, composición de la dieta y grado de obesidad.
3. Efecto de la actividad física

El efecto de la actividad física es el componente del gasto energético que más varia. Combina la energía consumida en el ejercicio físico y la actividad física no planificada. Incluye el gasto energético del ejercicio planificado como correr, nadar, o montar en bici y otras actividades como andar. También engloba otras actividades de la vida cotidiana como cocinar o estar de pie.
Además de estas actividades, también incluye el coste energético de la actividad muscular involuntaria como tiritar o temblar. Esta categoría puede representar solamente del 10% al 25% de todo el gasto energético total en personas sedentarias, mientras que puede estar por encima del 50% en deportistas.
4. Otros factores
Existen una serie de factores que pueden aumentar el gasto energético por encima de los valores base normales como el frío, calor, miedo, estrés, cafeína, alcohol, fumar, etc. El efecto térmico de estos factores se denomina como termogénesis adaptativa, y representa el incremento temporal en la termogénesis que puede durar horas o incluso días, dependiendo de la duración y magnitud del estímulo.
En atletas, una lesión grave, el estrés de una competición, entrenar en altura, temperatura ambiental, o el uso de ciertos medicamentos puede aumentar el gasto metabólico basal por encima de valores normales.

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